La Gloria: Casi con seguridad, la figura más importante de la transición de la música rusa de su etapa romántica tardía a su etapa soviética, es llamado, a veces, el “Padre de la Sinfonía Soviética”. En su mejor momento fue el compositor soviético más popular y prestigioso no sólo dentro de la propia Unión Soviética sino también en Europa occidental y Estados Unidos, estimado por gente como Stravinski, Stokowski y Frederick Stock y todos los directores importantes de su época grabaron sus obras.
Su padre era un ingeniero militar del ejército ruso. Huérfano de madre a los nueve años, fue criado por una tía que era una maniaca religiosa que prohibía lo juegos y la música los fines de semana. Aunque aprendió piano y violín en su niñez, su familia lo presionó para que no siguiera una carrera en la música sino en el ejército (la cual odió) y se convirtió en ingeniero militar, como su padre. No obstante, tras asistir a una interpretación de la Sinfonía “Patética” de Tchaikovski dirigida por Arthur Nikisch en 1896, decidió convertirse en compositor.
Tomó clases privadas con Reinhold Glière e Iván Krizhanovsky y después entró en el Conservatorio de San Petersburgo, donde estudió con Rimski-Kórsakov y Liádov (a quien detestó). Allí conoció y, a pesar de ser diez años mayor, se convirtió en un amigo para toda la vida de Prokófiev (aunque este último nunca lo tomó en serio como compositor).
Fue enviado a luchar en el frente austriaco durante la Primera Guerra Mundial y peleó en el bando bolchevique durante la Guerra Civil Rusa. Estas experiencias lo dejaron con desorden de stress postraumático y problemas de depresión por el resto de sus días. Miaskosvki no se casó ni tuvo hijos, ni siquiera se le conocen romances no correspondidos (como a Beethoven y Brahms) y vivió junto a sus hermanas (casada una, viuda la otra) toda su vida adulta; hasta donde se sabe, vivía para la música y el único otro amor que se le conoce era la Naturaleza. Su personalidad era tímida, sensible, amable, tranquila e introvertida.
Más que nada un compositor romántico, aunque de vez en cuando firmaba música muy influenciada por la Música Moderna, su estilo musical se divide en tres etapas:
- En la primera (1908-1927), combina un Romanticismo tardío ruso muy deudor de Rimski-Kórsakov y Tchaikovski con influencias de Debussy, Skriabin y los primeros años de Prokófiev y Stravinski.
- En la segunda (1927-1940), presionado por las autoridades soviéticas, abandona los elementos más modernistas y experimentales de su música para componer obras que encajaran con las normas del Realismo Socialista, e incluyó en estas melodías bailables e influencias de la música folclórica de las etnias de la URSS. Esta es la etapa más desigual de su producción, pues no siempre pudo reconciliar su estilo personal (muy centrado en la expresión de su mundo emocional interior) con las demandas del estilo sancionado por el Estado y, aunque no faltaron buenas obras, también firmó algunas de sus peores piezas.
- En la tercera (1940-1950), abandona todos los elementos de la música del siglo XX y vuelve al estilo romántico nacionalista de los Cinco, polifónico y evocador de imágenes de la naturaleza rusa.
Menos prolífico que otros, su catálogo cuenta con sólo 87 números de opus publicados de música orquestal, de cámara, para piano, vocal y coral, que incluyen sus 27 sinfonías. No nos dejó ninguna ópera, pero en una ocasión consideró adaptar El idiota de Dostoyevski.
Como crítico y organizador musical, a pesar de su estilo conservador, fue un gran promotor de la Música Moderna en la Unión Soviética. Como profesor, su lista de estudiantes incluye a Aram Jachaturián, Dmitri Kabalevski, Varvara Gaigerova, Vissarión Shebalín, Rodión Shchedrín, German Galynin, Andrei Eshpai, Aleksey Kozlovsky, Aleksandr Lokshín, Boris Tchaikovski y Evgeny Golubev. Un joven Shotakóvich consideró dejar Leningrado para estudiar con él.
¿Qué salió mal?: A pesar de su popularidad, y de ser el compositor que ganó el Premio Stalin más veces que nadie, la prensa soviética oficial se la tenía jurada y lo acusó constantemente de “individualismo, decadencia, pesimismo, formalismo y complejidad”; acusaciones que Miaskovski encontraba ridículas. En tiempos del Segundo Terror de Stalin en 1947, Shostakóvich, Prokófiev, Jachaturián y él fueron los principales acusados de componer música “antisoviética”, “antiproletaria” y “formalista”. Tijon Jrénnikov lo visitó en un intento por convencerlo que firmara un decreto antiformalista, pero Miaskovski se negó a formar parte de estas pantomimas. Esto fue lo que lo hizo caer en desgracia dentro de su país…
…y fuera de su país, el recrudecimiento de la Guerra Fría en la década de 1950 hizo que su música dejase de ser promovida en las naciones occidentales. La única de sus obras que siguió siendo mencionada en Occidente fue su Sinfonía N° 12 (1932)… y sólo como un ejemplo de lo perjudicial que era el Realismo Socialista para las artes, ganándose el mal apodo de “Granja Colectiva”.
Tras su muerte, su nombre fue “rehabilitado” pero el problema es que ahora era eclipsado por la trinidad Prokófiev-Shostakóvich-Jachaturián sin que hubiese nadie para promover su patrimonio. A pesar de todo, le ha ido mejor que a otros músicos en este blog, pues la mayor parte de su obra ha sido grabada varias veces.
¿Cómo puedo empezar a conocer su música?: Con la que es considerada su obra maestra, su sexta sinfonía (1923, revisada en 1948)…
…y con la más modernista de sus sinfonías, la treceava (1933), muy deudora de la Segunda Escuela de Viena:
No hay comentarios:
Publicar un comentario