¿Por qué piezas es famoso?: Por Carmina Burana (1937)…
…la cual es la obra coral más popular compuesta en el siglo XX; particularmente célebres son las líneas iniciales de “O Fortuna…”, etcétera.
También es conocido por el método Orff de enseñanza musical para niños, con el cual innúmeros estudiantes de todo el mundo durante años han aprendido música.
¿Por qué no tuvo más éxitos?: Pues porque Orff, a pesar de firmar una de las obras musicales más famosas de todos los tiempos, no ha podido sacudirse su asociación con la Alemania Nazi.
Nació en una familia con una larga tradición militar y a la edad de cinco comenzó a tocar el piano y también tomó lecciones de órgano y violonchelo. Sin embargo, casi de inmediato se mostró más interesado por la composición que la interpretación y escribió música para los teatros de títeres que creaba para su familia. Además, publicó en 1905 un cuento en una revista para niños y comenzó a escribir un libro sobre la naturaleza mientras, en su tiempo libre, disfrutaba coleccionando insectos.
En la primerísima etapa de su producción escribió lieder fuertemente influenciados por Richard Strauss. Entre 1912 y 1914 asistió a la Academia de Música de Múnich y en esa época estudió las obras de Arnold Schönberg y Claude Debussy.
Fue forzado a combatir en el Ejército alemán en la Primera Guerra Mundial en agosto de 1917, lo que fue una gran crisis para él. Fue gravemente herido en acción y enfrentó una recuperación larga y difícil.
Tras recuperarse de sus heridas, en tiempos de la República de Weimar, Orff empezó a desarrollar su estilo maduro a través de las influencias del teatro de Bertolt Brecht, sus estudios de la música de los maestros del Renacimiento y el Barroco temprano, el contacto con obras primitivistas de Stravinski como La consagración de la primavera y Les noces y la música folclórica alemana. El resultado fueron sus conceptos sobre “elementare Musik” (música elemental), basado en la unidad de las artes, simbolizada por las musas griegas, e involucra el tono, la danza, la poesía, la imagen, el diseño y el teatro.
Todo esto culminó con Carmina Burana: no sólo un masivo éxito comercial, sino que el propio compositor consideró que marcaba un antes y un después en su obra y llegó a decirle a su editor que podía destruir todo lo que escribió antes de ese punto porque Burana representaba el verdadero inicio de su obra (afortunadamente, esta petición fue ignorada).
Lo malo es que también se ha vuelto infame como la única obra artística verdaderamente importante producida por la Alemania Nazi.
La exacta relación de Orff con el Partido Nazi es objeto de controversia hasta el día de hoy y hay mucha desinformación acerca de esto allá afuera. Parece que Orff era bastante apolítico, nunca simpatizó con los Nazis (parece que él tenía problemas con cualquier clase de autoridad), su visión del arte no tenía nada que ver con las teorías aprobadas por el Estado y él mismo tenía ascendía judía (la cual, evidentemente, escondió) a través de su abuela paterna, una judía convertida al catolicismo, por lo que el que mantuviera la cabeza baja en esos años puede ser visto como un gesto para sobrevivir más que cualquier otra cosa. A pesar de la popularidad de Carmina Burana en la Alemania Nazi, otras obras fueron más representadas y ocasionalmente fue atacada por los críticos musicales del Partido. Pero también hay que considerar que, para quedar bien con los Nazis, atacó en la prensa al atonalismo de Schönberg (contra el que se había vuelto) y el jazz y además está la controversia con la Rosa Blanca: Orff fue amigo de Kurt Huber, profesor universitario y uno de los fundadores del movimiento de resistencia estudiantil Rosa Blanca, el cual fue eventualmente arrestado y condenado a muerte. Por pura casualidad, Orff llamó a la casa de Huber un día después de su arresto sin saber acerca de este y su esposa, Clara, esperaba que Orff usara sus influencias para ayudar a su amigo; Orff entró en pánico y cortó tras alegar que si alguien se enteraba de su conexión con Huber estaría arruinado. Esta clase de historias no le sienta bien a mucha gente.
Tras la Segunda Guerra Mundial, durante la desnazificación de Alemania, Orff fue declarado “Gris C: Aceptable”, lo que quiere decir que se consideraba que, aunque se benefició del Nazismo, nunca compartió las ideas de los Nazis y se le permitió seguir enseñando y componiendo.
Añadan a las controversias anteriores el que fuese poco prolífico: la mayoría de sus piezas involucra la voz humana de una forma u otra (óperas, obras corales con orquestal, obras corales a capela, canciones para voz y piano y para voz y orquesta) y un puñado de otras obras en otros géneros (música incidental, orquestal, de cámara y para piano). Tras su ópera De temporum fine comoedia (1973), que el propio Orff consideraba la culminación de su carrera, no firmó nuevas obras y se limitó a revisar sus piezas ya existentes.
También el que sus obras posteriores a Carmina Burana, aunque le ganaron una reputación merecida como uno de los compositores alemanes más importantes del siglo XX, sean en muy gran escala, no sean accesibles ni para el público ni para los intérpretes y requieran conjuntos inusuales de instrumentos, y comprenderán porque el resto de su producción no es muy representado ni siquiera en Alemania.
¿Qué más hay para escuchar?: Con las otras dos obras en la trilogía de Carmina Burana (sí: es parte de una trilogía), Catulli Carmina (1943)…
…y Trionfo di Afrodite (1953):
…las óperas Der Mond (1939):
…y Der Kluge (1943) y Schulwerk (1930-35), que, aunque es una obra pedagógica para niños, no le falta música hermosa.
También es conocido por el método Orff de enseñanza musical para niños, con el cual innúmeros estudiantes de todo el mundo durante años han aprendido música.
¿Por qué no tuvo más éxitos?: Pues porque Orff, a pesar de firmar una de las obras musicales más famosas de todos los tiempos, no ha podido sacudirse su asociación con la Alemania Nazi.
Nació en una familia con una larga tradición militar y a la edad de cinco comenzó a tocar el piano y también tomó lecciones de órgano y violonchelo. Sin embargo, casi de inmediato se mostró más interesado por la composición que la interpretación y escribió música para los teatros de títeres que creaba para su familia. Además, publicó en 1905 un cuento en una revista para niños y comenzó a escribir un libro sobre la naturaleza mientras, en su tiempo libre, disfrutaba coleccionando insectos.
En la primerísima etapa de su producción escribió lieder fuertemente influenciados por Richard Strauss. Entre 1912 y 1914 asistió a la Academia de Música de Múnich y en esa época estudió las obras de Arnold Schönberg y Claude Debussy.
Fue forzado a combatir en el Ejército alemán en la Primera Guerra Mundial en agosto de 1917, lo que fue una gran crisis para él. Fue gravemente herido en acción y enfrentó una recuperación larga y difícil.
Tras recuperarse de sus heridas, en tiempos de la República de Weimar, Orff empezó a desarrollar su estilo maduro a través de las influencias del teatro de Bertolt Brecht, sus estudios de la música de los maestros del Renacimiento y el Barroco temprano, el contacto con obras primitivistas de Stravinski como La consagración de la primavera y Les noces y la música folclórica alemana. El resultado fueron sus conceptos sobre “elementare Musik” (música elemental), basado en la unidad de las artes, simbolizada por las musas griegas, e involucra el tono, la danza, la poesía, la imagen, el diseño y el teatro.
Todo esto culminó con Carmina Burana: no sólo un masivo éxito comercial, sino que el propio compositor consideró que marcaba un antes y un después en su obra y llegó a decirle a su editor que podía destruir todo lo que escribió antes de ese punto porque Burana representaba el verdadero inicio de su obra (afortunadamente, esta petición fue ignorada).
Lo malo es que también se ha vuelto infame como la única obra artística verdaderamente importante producida por la Alemania Nazi.
La exacta relación de Orff con el Partido Nazi es objeto de controversia hasta el día de hoy y hay mucha desinformación acerca de esto allá afuera. Parece que Orff era bastante apolítico, nunca simpatizó con los Nazis (parece que él tenía problemas con cualquier clase de autoridad), su visión del arte no tenía nada que ver con las teorías aprobadas por el Estado y él mismo tenía ascendía judía (la cual, evidentemente, escondió) a través de su abuela paterna, una judía convertida al catolicismo, por lo que el que mantuviera la cabeza baja en esos años puede ser visto como un gesto para sobrevivir más que cualquier otra cosa. A pesar de la popularidad de Carmina Burana en la Alemania Nazi, otras obras fueron más representadas y ocasionalmente fue atacada por los críticos musicales del Partido. Pero también hay que considerar que, para quedar bien con los Nazis, atacó en la prensa al atonalismo de Schönberg (contra el que se había vuelto) y el jazz y además está la controversia con la Rosa Blanca: Orff fue amigo de Kurt Huber, profesor universitario y uno de los fundadores del movimiento de resistencia estudiantil Rosa Blanca, el cual fue eventualmente arrestado y condenado a muerte. Por pura casualidad, Orff llamó a la casa de Huber un día después de su arresto sin saber acerca de este y su esposa, Clara, esperaba que Orff usara sus influencias para ayudar a su amigo; Orff entró en pánico y cortó tras alegar que si alguien se enteraba de su conexión con Huber estaría arruinado. Esta clase de historias no le sienta bien a mucha gente.
Tras la Segunda Guerra Mundial, durante la desnazificación de Alemania, Orff fue declarado “Gris C: Aceptable”, lo que quiere decir que se consideraba que, aunque se benefició del Nazismo, nunca compartió las ideas de los Nazis y se le permitió seguir enseñando y componiendo.
Añadan a las controversias anteriores el que fuese poco prolífico: la mayoría de sus piezas involucra la voz humana de una forma u otra (óperas, obras corales con orquestal, obras corales a capela, canciones para voz y piano y para voz y orquesta) y un puñado de otras obras en otros géneros (música incidental, orquestal, de cámara y para piano). Tras su ópera De temporum fine comoedia (1973), que el propio Orff consideraba la culminación de su carrera, no firmó nuevas obras y se limitó a revisar sus piezas ya existentes.
También el que sus obras posteriores a Carmina Burana, aunque le ganaron una reputación merecida como uno de los compositores alemanes más importantes del siglo XX, sean en muy gran escala, no sean accesibles ni para el público ni para los intérpretes y requieran conjuntos inusuales de instrumentos, y comprenderán porque el resto de su producción no es muy representado ni siquiera en Alemania.
¿Qué más hay para escuchar?: Con las otras dos obras en la trilogía de Carmina Burana (sí: es parte de una trilogía), Catulli Carmina (1943)…
…y Trionfo di Afrodite (1953):
…las óperas Der Mond (1939):
…y Der Kluge (1943) y Schulwerk (1930-35), que, aunque es una obra pedagógica para niños, no le falta música hermosa.
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