viernes, 30 de mayo de 2025

Curiosidades históricas: Country Gardens (1918)


¿Quién la compuso?: Percy Grainger (1882 – 1961).


¿A qué categorías habría pertenecido?: Glorias olvidadas, One-hit-wonders que hicieron mucho más.

La Gloria: Fue hijo de John Grainger, un arquitecto de origen inglés que emigró a Australia en 1877, y de Rose Annie Aldridge, la hija de un hotelero de Adelaida.

John Grainger era un artista talentoso con amplios intereses culturales y un extenso círculo de amigos… y también un mujeriego y un alcohólico que se ausentaba del hogar por días seguidos. Esto provocó tensiones en su matrimonio y Rose descubrió poco tiempo después del nacimiento de Percy que su marido le había contagiado una forma de sífilis. Después de 1890, ellos vivirían separados. Rose fue quien se ocupó de la crianza de Percy.

Excepto por tres meses de educación formal a la edad de doce, durante los cuales fue acosado y ridiculizado por sus compañeros de clases, Percy fue educado en casa. Rose, una autodidacta con una personalidad dominante y sobreprotectora, supervisó sus estudios musicales y literarios y contrató otros tutores para enseñarle lenguas, arte y drama. La personalidad controladora de su madre era tal que, aun cuando él se acercaba a los 40 años, ella seguía abofeteando a su hijo al menor signo de desobediencia y Grainger sólo se casaría tras su muerte. No obstante, a Grainger tampoco es que le desagradara la dictadura materna y madre e hijo fueron muy cercanos e inseparables durante toda la vida. Esto llevó a rumores de una relación incestuosa entre madre e hijo, exacerbados, entre otras cosas, por historias (confirmadas) de que, cuando Grainger corría desnudo por la casa, esto provocaba comentarios de aprobación por parte de Rose. Los rumores de incesto, combinados con el deterioro de su salud física y mental en sus años finales, llevaron a que Rose cometiera suicidio en 1922.

Junto con sus precoces talentos musicales, Percy demostró considerables dotes como artista, hasta el punto que algunos de sus tutores pensaron que en el futuro se convertiría en pintor en lugar de músico (y, de hecho, él nunca dejó de pintar y dibujar en toda su vida). A la edad de diez comenzó a estudiar piano con Louis Pabst, un graduado de origen alemán del Conservatorio de Moscú y el principal profesor de piano de Melbourne, quien organizó el debut público del joven Percy. La aclamación del público y la prensa llevó a que Rose decidiera que su hijo continuara sus estudios en el Conservatorio Hoch de Frankfurt, Alemania en 1895.

Aunque Grainger nunca regresó permanentemente a Australia y se convirtió en ciudadano estadounidense en 1918, siempre tendría fuertes sentimientos patrióticos hacia su país natal y estaba orgulloso de su herencia australiana.

El tutor de piano de Grainger fue James Kwast, quien desarrolló los talentos de su joven pupilo hasta que, en un año, Grainger estaba siendo elogiado como un prodigio. Grainger tuvo relaciones difíciles con su profesor de composición original, Iwan Knorr. Eventualmente abandonaría sus clases para estudiar composición en privado con Karl Klimsch, un compositor aficionado y entusiasta de la música folclórica al que después llamaría “mi único profesor de composición”.

Mientras aún se encontraba en Frankfurt, comenzó a trabajar como pianista y profesor de piano. Así empezó una carrera prestigiosa y exitosa que se extendería durante décadas, en la que viajó por el mundo en sus increíblemente populares giras de conciertos. Residió en Londres por varios años tras abandonar Frankfurt y, después de asistir a una conferencia dada por la pionera historiadora de la música folclórica Lucy Broadwood en 1905, Grainger comenzó a recolectar canciones folclóricas. Por los siguientes cinco años reunió y transcribió más de 300 canciones de todo el país, incluyendo mucho material que nunca antes había sido estudiado, y fue uno de los primeros en usar un fonógrafo para esto. A través de este trabajo se convirtió en uno de los responsables de iniciar el interés en la música folclórica que originó la Escuela Pastoral inglesa. Años más tarde, recolectaría la música folclórica de otras locaciones más exóticas, como las islas del Pacífico Sur.

Pero la parte más interesante de la obra de Grainger son sus composiciones originales, las cuales se encuentran entre las piezas musicales más atrevidas de su época y son precursoras de muchas innovaciones de las vanguardias de la segunda mitad del siglo XX. Se rebeló contra las tradiciones musicales de Europa central y rechazó las formas convencionales como sinfonía, sonata, concierto y ópera y las expresiones en italiano en su música. Con pocas excepciones, sus composiciones originales son miniaturas que duran entre dos y ocho minutos. Escribió más de 1200 piezas musicales entre obras originales y arreglos.

A medida que su estatura en el mundo de la música incrementaba, Grainger conocía a muchas figuras importantes, como Vaughan Williams, Elgar, Richard Strauss y Debussy. También a Delius y Grieg, con quienes forjaría amistades muy estrechas.

Las excentricidades de Grainger son casi interminables, aunque hay que señalar que a menudo las exageraba por propósitos publicitarios:
  • Fue uno de los primeros entusiastas del ejercicio físico y a menudo entraba en los auditorios corriendo en sus ropas de gimnasia y con una mochila y saltaba sobre el piano para crear una gran entrada. También solía correr entre pueblo y pueblo en sus giras de conciertos.
  • En 1924 se convirtió en vegetariano, aunque odiaba los vegetales; su dieta consistía principalmente de lácteos, postres, frutas y nueces.
  • Su obsesión con la cultura nórdica lo llevó a hablar y escribir en una forma de inglés inventado que desechaba las palabras de origen francés, griego o latino y, según él, reflejaba el carácter del lenguaje antes de la conquista normanda.
  • Fabricaba sus ropas él mismo con toallas de baño multicolores cortadas en patrones geométricos.
  • Hablaba once idiomas, incluyendo islandés y ruso.
  • A menudo dormía desnudo debajo de su piano.
  • Probablemente fue el primer compositor en genuinamente creer que las bandas de jazz y las bandas militares valían tanto como las orquestas sinfónicas, que un acordeón podía ser tan expresivo como un gran piano y que prefería tocar en cines, iglesias y escuelas en lugar de salas conciertos.

¿Qué salió mal?: Tras la Segunda Guerra Mundial, en parte por el agotamiento de la brutal rutina de conciertos a la que se sometía, empezó a verse a sí mismo cada vez más como un fracaso que no pudo cumplir con su potencial artístico.

Después de 1950 prácticamente dejó de componer y su principal actividad musical fue construir las máquinas que realizarían sus teorías de “música libre”, las cuales extirparían al intermediario humano.

Uno de los problemas es que Grainger prácticamente no tuvo discípulos, por lo que su impacto en la historia de la música del siglo XX fue mucho menor de lo que pudo haber sido. También, cada vez resintió más el ser famoso por su música ligera y sus arreglos de música folclórica. Terminó detestando su pieza más famosa, la que les traigo hoy. En el presente es recordado más que nada por esta y un puñado más de sus arreglos de música folclórica. Por años tras su muerte el grueso de su obra permaneció sin interpretar. Esto también tuvo que ver con la propia naturaleza de su música: cuando una miniatura musical requiere una orquesta enorme y/o fuerzas tremendamente excéntricas (armonios, bajos, theremines, ukeleles, etcétera) se vuelve muy difícil difundirla. Esto sólo empezaría a ser revertido en la década de 1990, con una serie de grabaciones de sus obras que llevaría a reevaluar su estatura como compositor.

No obstante, hoy en día muchas discusiones acerca de Grainger se ven empañadas por los relatos de su escandalosa vida sexual y sus opiniones políticas.

Grainger estaba interesado en formas particularmente extremas de sadomasoquismo y el Museo Grainger en Melbourne, cuya creación el propio compositor organizó, exhibe sus látigos, sus camisas manchadas de sangre y su colección de pornografía. En sus escritos personales describe sus fantasías sexuales que incluyen quemarse con fierros al rojo vivo, llenarse el pene de agujas y atravesar los pechos de una mujer con anzuelos para después tirar de ellos hasta desgarrarlos.

Y en cuanto a sus opiniones políticas… el tipo era horriblemente racista: por ejemplo, no expresó ni pizca de compasión por los judíos perseguidos por el Tercer Reich (como muchas otras malas mañas suyas, su racismo lo heredó de su madre).

Aunque hay que considerar que en cuanto al racismo de Grainger hay mucho más de lo que se ve a simple vista. Consideren esta historia: en el verano de 1919, Grainger enseñaba un curso de piano en el Chicago Musical College. En esa época, un negro, Eugene Williams, fue apedreado hasta la muerte por nadar en una playa segregada en el lado sur de la ciudad. El asesinato detonó una semana de protestas violentas que dejó casi 40 muertos e hizo que muchos de los residentes negros de la ciudad hicieran barricadas en sus hogares, incluyendo una de las estudiantes de Grainger. El compositor envió a la chica y a su familia alimentos y le consiguió protección cuando ella salió. Tocando en el concierto final del curso, la chica vistió toda de negro, mientras que Grainger, dirigiendo la orquesta, vistió todo de blanco, un gesto simbólico de protesta y solidaridad. Y ese es sólo un ejemplo; se podrían citar docenas más (por ejemplo, fue amigo personal y un gran promotor de la música de Duke Ellington, Robert Nathaniel Dett y George Gershwin, quien era judío).

¿Cómo se explica esta contradicción? John Bird, el más piadoso de sus biógrafos, dice que Grainger simplemente estaba loco.

¿Por qué no está en una de las secciones principales?: A sus obras originales, con todo lo atrevidas que son, también les falta disciplina, por lo que su valor artístico es menor de lo que pudo haber sido. No obstante, sería injusto descartar a Grainger como alguien que hacía experimentos por pura experimentación hueca y, si quieren escucharlas, están en YouTube.

Sus arreglos tienen un nivel artístico mucho más elevado y, de hecho, en esta faceta Grainger es considerado uno de los mejores en la historia de la música clásica. Esta es la parte de su obra más “segura” de estudiar.

sábado, 10 de mayo de 2025

Henry Cowell (1897 - 1965)


Categorías a las que pertenece: Glorias olvidadas.

La Gloria: Cowell es uno de los compositores más importantes, influyentes e injustamente olvidados en la historia de Estados Unidos.

Van a tener que disculparme que me extienda con su biografía, pero es que pienso que Cowell tuvo una vida verdaderamente fascinante.

Nació en Menlo Park, un suburbio de San Francisco. Su padre era Henry Blackwood “Harry” Cowell, un poeta romántico que recientemente había emigrado de Irlanda, y su madre era Clara “Clarissa” Cowell (apellido de soltera: Dixon), una activista feminista y autora nativa de las Planicies estadounidenses (aunque también tenía ascendencia irlandesa y escocesa), quien tenía 46 cuando dio a luz a Henry además de ser más de 10 años mayor que su esposo.

Cowell estuvo expuesto a la música desde la más temprana infancia. Sus padres, quienes llevaban un estilo de vida bohemio, le cantaban canciones folclóricas de sus patrias y él pronto fue capaz de recitarlas antes de siquiera saber hablar. Durante sus visitas al centro de San Francisco también fue expuesto a las músicas tradicionales de Indonesia, China, Japón y otros países. Los amigos y vecinos de la familia les regalaban instrumentos pequeños, los cuales incluyeron un violín en el que el joven Henry se interesó, lo que lo hizo su instrumento de elección por unos pocos años. Su madre eventualmente decidió interrumpir sus lecciones privadas y en la escuela pública después que Cowell tuviera severos accesos de corea de Sydenham y escarlatina de los que eventualmente se recuperó.

Debido a una aventura intermitente entre Harry y una amante francesa, los Cowell se divorciaron amistosamente en 1903. Después de eso, fue criado en el Barrio Chino por su madre, quien le inculcó fuertes creencias anarquistas y feministas. Durante esta época se dedicó a desafiar los estereotipos de género: se negaba a que le cortaran el cabello, a menudo vestía ropas de mujer, adoraba el color rosado y prefería ser llamado “Sra. Jones”. También siguió siendo expuesto a la música asiática con sus nuevos amigos asiáticos-estadounidenses y sus familias en el vecindario. Tras el terremoto de San Francisco de 1906, muchas de las posesiones de los Cowell fueron destruidas en el incendio subsiguiente, después de lo cual Henry y su madre dejaron el estado de California. Sin un lugar permanente donde vivir, Henry residió con la familia y amigos de su madre en las Planicies y el Medio Oeste estadounidenses, después en la ciudad de Nueva York. Sus profesores de escuela en esta época a menudo tomaban nota de su “genio musical” y personalidad excéntrica que eran limitadas por la “pobreza extrema”. La carrera de Clarissa como una escritora feminista progresista no le ganaba mucho dinero y, para cuando eventualmente regresó a San Francisco, ya estaba enferma de cáncer de seno. Encontraron su hogar destruido por el terremoto y saqueado por vándalos por estar desocupado tanto tiempo. Los vecinos los albergaron mientras Henry, de trece años, lo restauraba. Para mantenerlos a flote económicamente, él tomó empleos como recoger y vender bulbos de flores en la estación del tren de Menlo Park, empleado de limpieza, granjero y limpiando los gallineros de un vecino.

Aunque no recibió educación musical formal (y poca educación de cualquier tipo más allá de las lecciones en casa de su madre), comenzó a componer piezas clásicas cortas alrededor de los quince años. Cowell ahorró todo el dinero que pudo de sus empleos y, a esa edad, compró un piano por 60 dólares (1772 dólares en 2022). Para 1914 había compuesto más de 100 piezas y se había matriculado en la Universidad de California en Berkeley, donde estudió composición con el renombrado musicólogo y compositor Charles Seeger.

Aun en la adolescencia, Cowell escribió la pieza para piano Dynamic Motion (1916), su primera obra importante en explorar las posibilidades de los clústeres tonales (a los que muchos le atribuyen su invención). Después de dos años en Berkeley, Seeger le recomendó estudiar en el Instituto de Arte Musical (después la Escuela de Música Juilliard) en la ciudad de Nueva York. Cowell sólo estudió allí tres meses antes de desertar, creyendo que la atmósfera musical era demasiado estancada y nada inspirada. No obstante, en Nueva York conoció y se hizo amigo y colaborador de Leo Ornstein, otro de los pioneros de los clústeres tonales.

Tras la Primera Guerra Mundial, Cowell regresó a California, donde se involucró con la comunidad teosófica Halcyon, para la cual compuso música incidental y programática, lo que llevó a una fascinación con las mitologías céltica e irlandesa.

A principios de la década de 1920, Cowell fue de gira extensamente por Norteamérica y Europa como pianista con la ayuda financiera de sus antiguos tutores y tocó sus propias obras experimentales, exploraciones seminales de la atonalidad, la politonalidad, polirritmos y modos no occidentales y se convirtió en el primer músico estadounidense que visitó la Unión Soviética; muchos de estos conciertos generaron protestas y escándalos. Cowell causó tal impresión con su técnica de los clústeres tonales que compositores europeos importantes como Béla Bartók y Alban Berg le pidieron permiso para adoptarla. Otra de las técnicas de las que fue pionero en este periodo fue la noción de, en lugar de tocar las teclas del piano, manipular las cuerdas directamente.

Durante su primera gira por Europa, Cowell tocó en la famosa sala de conciertos Gewandhaus de Leipzig, Alemania el 15 de octubre de 1923. Recibió una recepción infamemente hostil durante este concierto, que algunos musicólogos e historiadores modernos describen como un punto decisivo en la carrera de Cowell. A medida que progresaba el concierto, deliberadamente guardando las piezas más ruidosas y atrevidas de últimas, la reacción de la audiencia se volvió más y más abiertamente hostil. Se escuchaban jadeos y gritos y Cowell recordó después que la gente hacía tanto ruido que no podía escucharse él mismo, se acercaron al piano tanto como podían y los que desaprobaban sus métodos llegaron a amenazarlo con violencia física y lanzarle los programas del concierto y otros objetos a la cara mientras que los que gustaban de su música los contenían; los dos grupos comenzaron a gritarse y confrontarse entre sí, lo que eventualmente degeneró en un auténtico disturbio violento en el escenario y la policía de Leipzig fue llamada. Veinte personas fueron arrestadas… ¡y Cowell siguió tocando! Después que el concierto terminó y el escenario fue limpiado, se le notaba visiblemente afectado y tembloroso, hizo una reverencia para el público restante y dejó la sala. En los días siguientes, la prensa local de Leipzig fue increíblemente negativa hacia Cowell, su actuación y su estilo musical.

Durante los años siguientes, Cowell trabajaría incansablemente como compositor, pianista, profesor, teórico musical, editor y fundador y director de organizaciones musicales. Fue uno de los miembros más importantes del grupo conocido como los “ultramodernos”. En 1927, estableció contacto con un compositor entonces oscuro llamado Charles Ives, quien se convertiría en uno de sus amigos y colaboradores más cercanos (por ejemplo, Ives financió generosamente las iniciativas artísticas de Cowell y este escribió el primer libro acerca de Ives). Entre sus muchos estudiantes estuvieron George Gershwin, Lou Harrison (quien lo llamó “el mentor de mentores”) y John Cage (quien proclamó a Cowell “el sésamo abierto para la música nueva en Estados Unidos”). El estilo musical de Cowell en esta época era increíblemente experimental e innovador y lo convierte en un precursor de muchos desarrollos musicales de la segunda mitad del siglo XX.

El 23 de mayo de 1936, Cowell (quien era bisexual) fue arrestado en Menlo Park por participar de sexo oral con un muchacho de diecisiete años (algo que, según algunos, él tenía la costumbre de hacer). Este es un asunto complejo y delicado y hay mucha información contradictoria o claramente falsa allá afuera acerca del arresto, juicio y posterior condena a prisión de Cowell, mucha de la cual fue difundida por el propio Cowell. Lo que sí es cierto es que fue condenado a pasar quince años en la infame Prisión Estatal de San Quentin, que en esa época tenía una reputación como una de las penitenciarías más primitivas del mundo, donde los castigos físicos eran comunes vía latigazos y ser hecho pasar hambre. A pesar de esto, Cowell enseñó música a más de 2700 reos, fue protegido de los depredadores de la cárcel por el principal asesino del lugar, dirigió la banda de la prisión, produjo unas 60 composiciones y escribió un libro y numerosos artículos.

Al final del día, a Cowell se le dio libertad condicional en 1940, en parte por su buena conducta, en parte porque su causa movilizó a compositores de todo el país, como sus antiguos amigos, estudiantes y colaboradores (entre estos Charles Seeger y John Cage) y otros compositores homosexuales (como Aaron Copland y Lou Harrison). No obstante, otros músicos, como Edgar Varèse y Charles Ives, cortaron relaciones total (en el caso del primero) o temporalmente (en el caso del segundo) con Cowell.

Se mudó a White Plains, Nueva York, donde residió junto a su amigo, el compositor Percy Grainger y la esposa de este. En 1941, Cowell se casó con Sidney Hawkins Robertson, una prominente estudiosa de la música folclórica quien fue instrumental a la hora de ganarle la libertad. El gobernador de California le concedió el perdón total en 1942.

Sidney lo ayudaría a reanudar su amistad con Ives y Cowell, en ciertos sentidos, se aprovechó de ella: la hacía escribir ensayos de los que él luego reclamaba la autoría.

A pesar de recuperar su libertad, el arresto tuvo un efecto devastador sobre Cowell. Conlon Nancarrow, tras encontrarse con él en 1947, reportó que Cowell estaba permanentemente asustado y paranoico. Este efecto alcanzó a su música, la cual, tras salir de prisión, se volvió sorprendentemente conservadora, con ritmos más simples y un lenguaje armónico más tradicional. No obstante, a su manera, siguió siendo un músico tremendamente innovador: en los años venideros viajó por el mundo y desempeñó una actividad incansable en los cargos musicales más variados, lo que le permitió entrar en contacto con las tradiciones musicales más diversas; sus esfuerzos a la hora de incorporar estas músicas folclóricas en sus obras lo convirtieron en un precursor de la “música del mundo”. También promovió en Occidente la música de Ravi Shankar, Ahmet Adnan Saygun y Toru Takemitsu, entre otros.

Cowell fue increíblemente prolífico: se piensa que escribió más de 960 composiciones, la mayoría para piano solo, aunque también nos dejó copiosas cantidades de música en los géneros más diversos, pero hay que señalar que algunas se han perdido o han sido destruidas y…


Y su importancia no se limita sólo a la música clásica, pues también influenció a los tecladistas de rock progresivo y a los músicos de “free jazz”.

Permaneció incansablemente activo casi hasta el final, a pesar de que, en sus años finales, su salud se deterioró dramáticamente.

¿Qué salió mal?: Incluso en su mejor época, Cowell producía las reacciones más diversas tanto entre la crítica como con el público. Algunos lo consideraban un “genio creativo”, mientras que otros lo descalificaban de todas las formas imaginables. Y vale la pena señalar que mucha gente no iba a sus conciertos porque le interesara su música, sino que iban sólo para ver al pianista que tocaba con los codos, los puños, etcétera, o para ver si se producía una trifulca como la de Leipzig. A pesar de lo anterior, él se ganó un respeto más convencional por sus otras facetas profesionales, como su trabajo como profesor y fundador de sociedades musicales.

Pero nada afectó más su reputación artística que su juicio y condena en prisión. Una vez puesto en libertad, lo único que le interesaba a la gente era saber los escabrosos detalles del caso, algo de lo cual su carrera nunca se recuperó.

También, tras su muerte su viuda restringió por muchos años el acceso a la obra y a los documentos personales de Cowell.

¿Cómo puedo empezar a conocer su música?: Pueden comenzar con Hymn and Fuguing Tune N° 3 (1944)…


…su cuarta sinfonía (1946):


…y la cantata …if He please (1955):

William Busch (1901 - 1945)

Categorías a las que pertenece: Pasto de historia alternativa. Estudió en Londres, Berlín y Nueva York. Busch aprendió composición con John...