¿Quién es?: Este compositor alemán que pasó casi toda su carrera en Italia es una de las figuras más importantes de la transición de la ópera del Clasicismo al Romanticismo. Fue muy prolífico: a sus casi 70 óperas hay que sumar su generosa producción orquestal (57 sinfonías, dos conciertos para piano, etcétera), de cámara (un quinteto de cuerdas, ocho sextetos, quince septetos, tres octetos, etcétera), para teclado (cuatro sonatas, diez sinfonías, 58 estudios, 10 divertimentos y música para órgano), vocal secular (40 canciones, melodías, arias…) y coral (más de 60 cantatas, 18 misas, doce oratorios, siete réquiems, 43 himnos, catorce antífonas, 29 composiciones para Semana Santa y 13 motetes). Fue uno de los responsables de introducir la música de Beethoven en Italia, influenció a Rossini, Bellini y otros compositores de esa generación y fue maestro y uno de los primeros partidarios de Donizetti (es por esta última faceta por la que es más famoso hoy en día).
Un compositor llamado Johann Caspar Aiblinger dijo en una ocasión:
Alemania puede estar orgullosa de haber dado a Inglaterra un Händel, a Francia un Gluck y a Italia un Simon Mayr.
¿Por qué no es más famoso?: A pesar de toda su importancia en la historia de la ópera, la cual era reconocida a nivel internacional, Mayr, en realidad, nunca fue verdaderamente popular fuera del norte de Italia. Esto se debió a que la lealtad de Mayr a la ciudad de Bérgamo (donde sirvió como maestro de capilla) y su amor por una vida tranquila (que lo llevó a despreciar la forma de vida de las principales capitales musicales de la Europa de su época) lo llevaron a rechazar puestos importantes que se le ofrecieron en París, San Petersburgo, Lisboa, Londres, Dresde, Novara y Bolonia, los cuales le habrían permitido convertirse en una de las verdaderas superestrellas de su era.
Tras firmar su última ópera en 1824 (se retiró en parte porque desaprobaba los rumbos que estaba tomando la ópera en el siglo XIX, en parte porque en esa década empezó a padecer de cataratas) su nombre fue cayendo en el olvido, eclipsado, en primer lugar, por la trinidad Haydn-Mozart-Beethoven, en segundo lugar, por la trinidad Rossini-Bellini-Donizetti y, en tercer lugar, por Verdi.
Fue el organista y director de orquesta alemán Franz Hauk el responsable de redescubrir y promover la obra de Mayr. Aunque, gracias a Hauk, hoy en día hay un montón de grabaciones de su obra disponibles en el mercado, esta sigue siendo representada muy raramente.
¿Cómo puedo empezar a conocer su música?: Con su Medea in Corinto (1813)…
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