sábado, 23 de marzo de 2024

Especial: Los Clasicistas de Nueva Inglaterra

Categorías a las que pertenecen: Glorias olvidadas.

¿Quiénes fueron?

Este es uno de los muchos nombres (y, en mi opinión, el que suena mejor cuando se traduce al español) con los que se conoce a la generación de compositores estadounidenses que, durante la segunda mitad del siglo XIX y primeros años del siglo XX, pusieron a su país en el mapa musical internacional[1] y fueron los primeros en esa nación en dedicarse en serio a los géneros mayores.

Aunque fueron muchos los músicos activos durante esta era, convencionalmente se considera que los más importantes de todos estos fueron un grupo conocido como “los Seis de Boston”[2]. Antes de continuar, hay que señalar que no eran como “Les Six”; algunos de ellos se conocieron personalmente y frecuentaron los mismos círculos sociales, pero no conformaron un círculo estrecho de amigos y colaboradores y ellos no se hacían llamar así, este nombre se los pusieron[3].

De estos seis sólo voy a presentarles a cuatro[4]. Empezaré con…

Las Glorias: George Whitefield Chadwick (1854 – 1931)…


Nació en una familia donde uno era animado a recibir clases de música, la cual era vista como un pasatiempo noble pero no como una profesión. Desertó de la secundaria para ayudar brevemente en el negocio de seguros de su padre. Esto le permitió viajar a Boston y otras ciudades, donde asistió a conciertos y otros eventos culturales que pudieron haberlo animado a seguir una carrera en las artes.

Entró en el Conservatorio de Nueva Inglaterra (algo que no le gustó a su padre) como un “estudiante especial”, lo que significa que podía estudiar en la facultad sin tener que satisfacer sus rigorosos requisitos de entrada. No obstante, abordó sus estudios con seriedad y aprovechó todo lo que el conservatorio tenía para ofrecer. Eventualmente, progresó hasta convertirse en un estimado profesor y administrador musical en la escena norteamericana. También fue en esta etapa que empezó a mostrar interés en la composición.

En 1877, viajó a Alemania para continuar con sus estudios musicales, igual que muchos otros compositores de su generación. En Leipzig estudió con Carl Reinecke y Salomon Jadassohn y en Múnich con Josef Rheinberger.

A su regreso a Boston en 1880 empezó a establecer una carrera musical en EE.UU.: compuso, dio clases de música, fue organista y director de orquesta. Se convirtió en director del Conservatorio de Nueva Inglaterra y ayudó a elevar su estatura y reputación al incorporarle características que vio en los conservatorios alemanes.

Chadwick compuso en casi cada género musical de su época, incluyendo varias óperas, música incidental, música de cámara, vocal y coral, treinta piezas para piano y ocho piezas para órgano, aunque tenía una afinidad particular por la música orquestal (firmó, entre otras cosas, tres sinfonías). Sus primeras obras muestran la influencia de Beethoven, Mendelssohn, Schumann y Brahms, aunque eventualmente también metería en su música una fuerte influencia de la Nueva Escuela de Liszt y Wagner, Dvorák y los movimientos realista e impresionista. Hay críticos que afirman que también detectan las influencias de los compositores rusos.

¿Cómo puedo empezar a conocer su música?: Con esta breve selección de su género favorito…






Ahora vamos a continuar con Amy Beach (apellido de soltera: Cheney; 1867 – 1944):


Esta fue una niña prodigio: con sólo un año de edad podía cantar 40 canciones con precisión, con dos años podía improvisar contramelodía y con tres años aprendió a leer de forma autodidacta. A la edad de cuatro, compuso tres valses para piano durante un verano en la granja de su abuelo a pesar de que allí no había piano; en su lugar, compuso las piezas mentalmente y las tocó al regresar a casa. También podía tocar música de memoria, incluyendo himnos de cuatro partes y tenía sinestesia (atribuía colores a la música, igual que Mozart, Liszt, Rimski-Kórsakov, Skriabin, Sibelius, Messiaen y Ligeti). Su concentración a la hora de escuchar música era extraordinaria y pasaba horas escuchando a su madre tocar el piano o cantar. Su familia tuvo problemas para seguirle el ritmo a sus intereses y demandas musicales. Su madre (quien supuestamente era una estupenda pianista y cantante) tocaba y cantaba para ella, pero intentó evitar que la niña tocara el piano ella misma, creyendo que satisfacer sus deseos en este aspecto afectaría la autoridad paternal y que iniciarse en el piano tan pronto podría causar rechazo en el futuro; la niña se limitó a aprender melodías y cantarlas acompañándose de un teclado imaginario. Amy a menudo contralaba la música que se tocaba en casa, enojándose si no cumplía con sus estándares. La niña comenzó lecciones de piano formales con su madre a la edad de seis y pronto dio recitales públicos de obras de Händel, Beethoven y Chopin, así como de sus propias piezas. Cuando su madre quería castigarla, le prohibía acceso al instrumento o tocaba una pieza de un modo menor, lo que la ponía muy triste. En 1881 y 1882, entonces con 14 años, estudió armonía y contrapunto con Junius W. Hill; estas serían sus únicas clases formales como compositora; sin embargo, ella se conseguía cada libro acerca de teoría, composición y orquestación sobre el que pudiese poner sus manos, llegando a traducir tratados en francés de Gevaert y Berlioz sobre composición, considerados “biblias” por muchos compositores, al inglés ella sola.

Crecería para convertirse en la primera compositora estadounidense en componer con éxito en los géneros mayores, firmó la Sinfonía “Gaélica” (la primera sinfonía compuesta por una mujer en las Américas) y fue una de los compositores estadounidenses más exitosos y aclamados de su era (aunque siempre se vio a sí misma más como una pianista, área en la que también fue aclamada tanto en Norteamérica como en Europa, entre las cuales viajó con frecuencia).

Su estilo musical era extremadamente deudor de Brahms, aunque también se detectan influencias de Liszt, Wagner y Debussy y, con el paso de los años, sin abandonar su romanticismo muy conservador, experimentó con la escala de tonos enteros, así como con armonías y técnicas más exóticas y la incorporación de las músicas folclóricas de diversas culturas (indias norteamericanas, afroamericanas, balcánicas, etcétera). De las más de 300 composiciones que publicó en vida, abarcando casi cada género, la inmensa mayoría pertenece al género de la canción; el resto lo conforman una ópera, obras orquestales, de cámara, para piano y corales.

¿Cómo puedo empezar a conocer su música?: Con su concierto para piano (1899; dedicado a Teresa Carreño)…


…su quinteto para piano en fa bemol menor (1907):


…su sonata en la menor para violín y piano (1899):


…su cuarteto de cuerdas (1929):


…su trío para piano en la menor (1938):


…su Tema y Variaciones para flauta y cuarteto de cuerdas (1916):


…y sus Variaciones sobre Temas Balcánicos (1904):


Y le toca el turno a Edward MacDowell (1860 – 1908):


Recibió sus primeras lecciones de piano de Juan Buitrago, un violinista colombiano que vivía con su familia en la época; más tarde, también recibió clases de música con los amigos de Buitrago, incluyendo al pianista cubano Pablo Desverine y la pianista y compositora venezolana Teresa Carreño (así inició una amistad de toda la vida entre ambos músicos: Carreño promovería la música de MacDowell y MacDowell le dedicaría sus piezas a ella). En 1877 fue admitido en el Conservatorio de París tras ganar una beca competitiva para estudiantes internacionales. Tras dos años de estudios con Antoine François Marmontel y ser el primero de la clase, continuó su formación en el Conservatorio del Dr. Hoch en Frankfurt, Alemania, donde estudió piano con Carl Heymann y composición con Joachim Raff. Tras graduarse, permaneció unos años en Alemania componiendo, interpretando y dando clases de música, antes de volver a Estados Unidos.

Tras unos años de carrera en Estados Unidos (muchos consideran que, brevemente, fue el compositor estadounidense más popular del mundo), su salud, tanto física como mental, repentina y rápidamente se deterioró (hay varias hipótesis acerca de la causa de esto) y murió prematuramente a la edad de 48 años.

Compuso principalmente piezas para piano solo y canciones, así como unas cuantas obras orquestales, en un estilo influenciado por Schumann, Brahms, Grieg y Saint-Saëns. Y él también tiene algo de “Pasto de historia alternativa”, pues muchos críticos sienten que su música seguía desarrollándose y progresando antes que su carrera fuese interrumpida por la enfermedad y la muerte prematura.

¿Cómo puedo empezar a conocer su música?: Con aquellas obras donde nos mostró su mejor cara… su segundo concierto para piano (1890)…


…y estas tres suites para piano:




Y, por último, pero no menos importante, tenemos a Horatio Parker (1863 – 1919):


Un estudiante del ya mencionado George Whitefield Chadwick, su primer puesto profesional fue tocar el órgano en la Iglesia Episcopal de San Pablo en Dedham, Massachusetts. Completó su formación en Múnich con Rheinberger, donde también firmó sus primeras obras importantes, incluyendo una sinfonía y una cantata dramática. Impresionó tanto a su profesor que este lo escogió para que estrenara su primer concierto para órgano. A su regreso a Estados Unidos, desempeñó diversos cargos importantes como organista, profesor de música y director de organizaciones musicales.

Componía en un estilo conservador muy deudor de Mendelssohn, Brahms y Wagner; no obstante, después del año 1900, su música empezó a incluir algunas influencias de Elgar y Debussy. Firmó unas 200 obras: el género donde fue más prolífico y donde obtenía sus mejores resultados (como era de esperarse de un discípulo de Rheinberger) fue en el de la música sacra, tanto coral como para órgano; sin embargo, también produjo obras en casi cada género de su época, incluyendo dos óperas, música incidental, música orquestal, música de cámara, música para piano, música secular para órgano y para coro y música vocal.

¿Cómo puedo empezar a conocer su música?: Con esta pequeña muestra…


¿Qué salió mal?: En primer lugar, con la entrada en escena de los movimientos musicales del siglo XX, así como del jazz y la música popular tal y como la conocemos, esta generación entera de músicos quedó totalmente eclipsada.

Y, en segundo lugar, la siguiente generación de compositores estadounidenses siempre se refirió a la generación anterior con displicencia cuando no lo hacía con abierta hostilidad. Charles Ives, considerado el padre de la escuela nacional estadounidense, fue estudiante de Parker y siempre afirmó que le debía más de su formación musical a su propio padre que a su profesor. Una de las quejas más frecuentes que los compositores del siglo XX arrojaban a los Clasicistas era que su sonido era demasiado “europeo” y “alemán”… lo cual no es justo, considerando que no sólo la inmensa mayoría de los intérpretes de música clásica en Estados Unidos eran inmigrantes alemanes y de otros países de Europa central, sino que también eran de esa procedencia profesores de música, editores, periodistas musicales y un largo etcétera, y muchos de estos compositores iban a Alemania a recibir toda su formación o, por lo menos, completar sus estudios.

Con el ascenso de la generación de Ives, la música de los Clasicistas de Nueva Inglaterra cayó en el olvido más absoluto, aunque hay gente que siente que ellos influenciaron a los compositores estadounidenses del siglo XX que componían en un estilo conservador y neorromántico (como Howard Hanson). Los “Seis de Boston” tuvieron que esperar hasta la década de 1990 para que su música y su legado fuesen rescatados de la oscuridad y reevaluados.

Notas:

[1] Por muy famoso y exitoso que fuese Louis Moreau Gottschalk, fue él quien tuvo una reputación musical y no Estados Unidos.

[2] No tienen nada que ver con la que es a veces llamada “la Escuela de Boston”, la cual incluyó a compositores como Leonard Bernstein y Aaron Copland.

[3] Por mucho que montones de artículos en internet quieran convencernos de lo contrario.

[4] El primero de los compositores que no va a formar parte de este especial es John Knowles Paine (1839 – 1906):


…considerado el padre de la tradición sinfónica estadounidense, fue uno de los principales responsables de los avances en la escena musical de esa nación, mientras que sus cursos pioneros en apreciación y teoría musicales conformaron el plan de estudios del Departamento de Música de Harvard; el cual, a su vez, fue el modelo que siguieron otros Departamentos de Música de la Unión Americana…

…pero, a pesar de todo lo anterior, en la música en sí, en mi opinión personal, los defectos pesan tanto como las virtudes y él, en resumen, tiene mucho más interés histórico que artístico.

El otro es Arthur Foote (1853 – 1937):


…un estudiante de Paine y el primer compositor importante enteramente formado en Estados Unidos…

…pero, para mi gusto, un músico demasiado conservador y desigual. Aunque debo reconocer que, cuando acertaba, acertaba, como demuestra su música de cámara (el género donde obtenía sus mejores resultados):




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