¿Quién es?: Nació en Inglaterra, hija de un padre estadounidense y una madre alemana. Su padre estaba interesado en la música y obligó a sus hijos a aprender a tocar el violín, algo en lo que, al principio, la pequeña Rebecca no estaba interesada. Ella estaba muy apegada a su madre, pero su padre era abusivo y a menudo le pegaba a su hija con una regla de acero por infracciones tales como morderse las uñas.
Cuando llegó a la adolescencia finalmente empezó a entusiasmarse con la música y comenzó a estudiar en la Real Academia de Música de Londres de 1903 pero su padre la sacó de allí en 1905 cuando su profesor de armonía le propuso matrimonio. Continuó sus estudios con Charles Villiers Stanford, su primera (y, según algunas fuentes, única) estudiante mujer.
Stanford fue quien la convenció de que cambiara el violín por la viola, que por aquella época empezaba a ser reconocida como un instrumento solista legítimo y estudió con Lionel Tertis, quien era considerado uno de los grandes violistas de su época. Estas clases le resultaron muy útiles, porque cuando criticó las relaciones extramaritales de su padre, este le cortó todo apoyo financiero, por lo que tuvo que interrumpir sus estudios y ganarse la vida como violista. Ella terminó convirtiéndose en una de las violistas más exitosas y solicitadas de su época y tocó con, entre otros, Artur Schnabel, Pablo Casals, Jascha Heifetz, Jacques Thibaud, Guilhermina Suggia, Arthur Rubinstein, Pierre Monteux, Percy Grainger y George Szell.
Durante la mayor parte de su vida adulta alternó entre residir en Inglaterra y Estados Unidos. Ella visitaba a sus hermanos en Norteamérica cuando estalló la Segunda Guerra Mundial. No pudo conseguir una visa y terminó atascada en ese país. En 1944, se reencontró por casualidad en una calle de Manhattan con el compositor y pianista James Friskin, quien había sido compañero de clases suyo cuando estudió con Stanford, con quien se casaría ese mismo año. Nunca regresó a Inglaterra.
Su obra es reducida: sólo 52 canciones, 11 obras corales y 21 piezas de cámara. No obstante, es excelente; durante la mayor parte de su vida, su estilo musical era una mezcla de la Escuela Pastoral con el Impresionismo (particularmente Debussy y Ravel) y el Orientalismo (en una gira en la que le dio la vuelta al mundo, visitó muchos países asiáticos y se empapó en los sonidos de esas naciones), a lo que hay que sumar algunos coqueteos con el Expresionismo. En sus últimas composiciones introdujo fuertes influencias del Neoclasicismo, Bartók y Martinu.
Fue conocida, amiga y/o colaboradora de Ravel, Vaughan Williams, Bridge y Bloch.
¿Por qué no es más famosa?: Pues por la razón predecible…
Aunque la mayor parte de la crítica era muy entusiasta de sus obras, otra parte se la tenía jurada sólo por ser mujer. Esto, sumado a presiones sociales y familiares para que abandonara su carrera musical, llevó a que fuese poco prolífica y que no hiciese mucho para promocionar sus propias piezas, pues consideraba que no era capaz de balancear su vida personal y las demandas de la composición, aunque existe la posibilidad de que además padeciese alguna forma de depresión. Tras su matrimonio, aunque su esposo la animó para que continuara con su carrera, ella abandonó la composición y la interpretación del todo y su música cayó en el olvido casi de inmediato.
A lo anterior tal vez haya que añadir el que escribiera principalmente miniaturas (un género que había pasado de moda en la época) y el triunfo de los diversos serialismos tras la Segunda Guerra Mundial.
El interés en su obra renació en 1976 (una era de feminismo y de reevaluación de la música tonal) cuando la radio de Nueva York programó unas cuantas piezas suyas con motivo de sus 90 años de vida. En el año 2000 se estableció la Sociedad Rebecca Clarke para promover el estudio, la interpretación y las grabaciones de su música. No obstante, mucho de su producción sigue estando inédito y en posesión de sus herederos.
¿Cómo puedo empezar a conocer su música?: Clarke tiene algo parecido a una obra famosa. Es la Sonata para viola y piano (1919):
Forma parte del repertorio de ese instrumento y hay varias grabaciones allá afuera realizadas por violistas importantes. No obstante, para el gran público, sigue siendo una pieza más famosa por su reputación que por cualquier otra cosa. También pueden escuchar su Morpheus para viola y piano (1917-1918):
…su Trío con piano (1921):
…la canción para voz y piano The Seal Man (1922):
…su Rapsodia para violonchelo y piano (1923):
…y la Passacaglia on an Old English Tune para viola (o violonchelo) y piano (1940-1941):
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