Marie-Juliette Olga “Lili” Boulanger fue la hermana menor de la famosa directora y profesora Nadia Boulanger.
Esta niña prodigio (que a la edad de dos ya cantaba melodías) nació en un hogar musical: sus padres eran ambos músicos y entre los conocidos de su padre se cuentan Fauré (quien más tarde sería su primer profesor de música y fue impresionado por el talento de Lili), Gounod, Massenet, Saint-Saëns, Ravel y Widor; su abuelo fue un violonchelista famoso y su abuela fue una cantante.
Antes de cumplir cinco ya acompañaba a su hermana Nadia a sus clases en el Conservatorio de París, poco después sentándose en la clase de teoría musical y estudiando órgano con Louis Vierne. También cantaba y tocaba el piano (que estudió con Mme. Hélène Chaumont), el violín (que estudió con Fernand Luquin), el violonchelo y el arpa (que estudió con Marcel Tournier y Alphonse Hasselmans). No obstante, debido a su mala salud (a la edad de dos contrajo una neumonía bronquial, lo que destrozó su sistema inmunológico por el resto de su breve vida, la cual fue cortada por una afección que pudo haber sido la enfermedad de Crohn o una tuberculosis intestinal), a la edad de seis interrumpió sus estudios musicales y no los reanudó hasta que cumplió 16. Tras esperar pacientemente, estudió armonía con Georges Caussade y composición con Paul Vidal (siempre se vería más que nada como una compositora) en el Conservatorio de París.
Fue la primera mujer en ganar el Prix de Rome en 1913 con la cantata Faust et Hélène, la cual, en vida, fue interpretada numerosas veces y aclamada por gente como Debussy y Ravel.
Nos dejó unos pocos puñados de obras orquestales, de cámara, para piano, corales y vocales compuestas en un estilo fuertemente influenciado por Massenet, Fauré y Debussy y que, a su vez, influenciaron a Honegger y Messiaen. También dejó la ópera inacabada La princesse Maleine, inspirada en una obra teatral de Maeterlinck (el mismo autor en el que se basó Debussy para su Pelléas et Mélisande) y cuenta la leyenda que el propio autor le suplicó a la compositora que viviera lo suficiente para completar la ópera. Sin embargo, hay que mencionar que muchas de sus obras se perdieron o fueron destruidas por la propia compositora, de otras sólo quedan los bocetos y…
Vale la pena preguntarse qué más habría logrado de haber vivido más tiempo, pues iba de camino al superestrellato musical y estaba empezando a innovar con influencias de las vanguardias musicales de la época.
¿Cómo puedo empezar a conocer su música?: Con Les sirènes (1911)…
…la ya mencionada Faust et Hélène (1913):
…sus tres Salmos (compuestos en 1916 y 1917):
…su Vieille prière bouddhique (1914-1917):
…su D’un soir triste (1918; la última pieza que pudo completar sin la ayuda de su hermana):
…su Pie Jesu (1918; la cual tuvo que dictar en su lecho de muerte):
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