La Gloria: Nacido en una familia próspera que lo animó a que persiguiera una carrera musical y siempre apoyó sus proyectos artísticos, Bax fue un compositor prolífico de ballets, bandas sonoras para el cine, música orquestal (la cual incluye sus siete sinfonías, las cuales en su época le ganaron una reputación como el principal sinfonista inglés), de cámara, instrumental, coral y vocal.
Su estilo era una mezcla del Romanticismo tardío de los wagnerianos y postwagnerianos, Rajmáninov y Sibelius con el Impresionismo y, en sus primeros años, una fuerte influencia de las culturas y mitologías céltica y nórdica (aunque, cuando alcanzó su madurez artística, abandonó en su mayor parte sus elementos fantásticos). En su mejor época, después de la Primera Guerra Mundial y durante toda la década de 1920, fue uno de los compositores más famosos y amados de Inglaterra.
¿Qué salió mal?: En la década de 1930 la música de Bax empezó a dejar de ser considerada nueva y difícil y cada vez atrajo menos y menos atención. En sus años finales cayó en un olvido casi absoluto. La única obra suya que permaneció en el repertorio, y que aún conserva cierta popularidad, es el poema sinfónico Tintagel (1921):
…al cual, honestamente, no le veo la gracia.
Esto se debió, principalmente, a que fue uno de los muchos, muchísimos compositores que siguieron aferrados al Romanticismo en los tiempos en los que el Modernismo conquistaba el mundo (y Bax era especialmente hostil a Schönberg). Además, el que trabajase fuera de toda ortodoxia y moda musical, aunque loable desde el punto de vista artístico, tuvo la desventaja de convertirlo en una figura aislada.
Fue en la década de 1960 en la que empezó a renacer el interés en su música y hoy en día hay montones de grabaciones de sus obras, tanto mayores como menores, aunque sigue siendo un gran ausente de las salas de concierto. Una de las razones por las que sucede esto es simplemente porque sus obras en los géneros mayores demandan fuerzas excepcionalmente grandes; York Bowen lo resumió mejor que nadie: “cuando la partitura demanda tales lujos como el triple o cuádruple de instrumentos de viento de madera, seis cuernos, tres o cuatro trompetas, percusión extra y quizá un órgano, indudablemente está arrojando dificultades extra en el camino de la interpretación”.
¿Por qué no está en una de las secciones principales?: Porque Bax es la clase de compositor que tiene tantos defectos como virtudes y los unos pesan exactamente lo mismo que las otras.
¿Qué más hay para escuchar?: A pesar de lo anterior, Bax tiene un par de piezas que me impresionaron bastante. Estas son la segunda sonata para piano (1919, revisada en 1920):
…y su primera sinfonía (1922):
No hay comentarios:
Publicar un comentario