La Gloria: En su mejor época, Tansman fue una especie de superestrella musical y aún debe de serlo para cierta gente pues los artículos que encontré sobre él en internet tienen interminables enumeraciones de toda la gente cool con la que está conectado y todos los lugares glamorosos que visitó. (Si son alérgicos a esa clase de material, lo siento: este artículo va a tener mucho de eso).
Él nació en Lodz, Polonia, hijo de judíos de ascendencia lituana. Sus adinerados padres estuvieron muy preocupados por su educación, proveyéndole los mejores profesores e institutrices extranjeras. Toda su familia era musical en un grado muy elevado: su tía fue estudiante de Anton Rubinstein en San Petersburgo, una prima estudió con Eugène Ysaÿe en Bruselas y su hermana estudió con Arthur Schnabel en Berlín. La familia a menudo tocaba música de cámara en el hogar y sus padres, desde muy pequeño, lo llevaban a conciertos. Su madre fue su primera profesora de música y empezó a aprender piano a los cuatro o cinco años. A la edad de seis, después de ir a un concierto de Ysaÿe, decidió que se iba a convertir en músico. Entre sus sucesivos profesores estuvieron Wojciech Gawronski (un estudiante de Zygmunt Noskowski, Moritz Moszkowski y Theodor Leschetizky) y Naum Podkaminer (un estudiante de Hermann Graedener y Richard Hofmann). Escribió sus primeras composiciones a la edad de ocho o nueve.
Aunque comenzó sus estudios musicales en el Conservatorio de Lodz, estudió leyes y filosofía en la Universidad de Varsovia. Ya en esa época componía en los estilos politonal y atonal (escribió música dodecafónica sin haber escuchado hablar antes de Schönberg). En el otoño de 1919, animado por sus mentores, Ignacy Jan Paderewski, Henryk Melcer-Szczawinski y Zdzisław Birnbaum, Tansman decidió continuar su carrera musical en París. Los primeros artistas que conoció a su llegada a París fueron Moritz Moszkowski y Sarah Bernhardt.
Fue en París donde desarrolló su estilo musical maduro, el cual era una combinación del impresionismo de Ravel, Roussel, Dukas y Satie con el neoclasicismo de Stravinski (de quien se haría amigo para toda la vida cuando ambos estuvieron exiliados en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, aunque vería el que el compositor ruso se pasara al dodecafonismo como una “traición”[1]), la incorporación de la música popular polaca y el folclore judío de la misma forma en la que Bartók lo hizo con la música húngara y el jazz (de hecho, él conoció a Duke Ellington, Louis Armstrong y Art Tatum). Aunque viviría en París durante la mayor parte de su vida y se le concedió la ciudadanía francesa en 1938, él siempre se consideraría polaco.
Arthur Honegger y Darius Milhaud intentaron convencerlo de que se uniera a Les Six, sin éxito. Pero fue uno de los miembros más respetados del grupo de compositores conocido como la École de Paris, junto con Bohuslav Martinů, Tibor Harsányi, Alexander Tcherepnin, Marcel Mihalovici y Conrad Beck.
El ascenso a la fama de Tansman fue meteórico con obras dirigidas y defendidas por directores de talla mundial como Arturo Toscanini, Tullio Serafin, Willem Mengelberg, Walter Damrosch, Sir Henry Wood, Serge Koussevitzky, Vladimir Golschmann, Pierre Monteux, Otto Klemperer, Rhené-Baton, Désiré-Émile Inghelbrecht, Walther Straram, Hermann Abendroth, Leopold Stokowski, Erich Kleiber, Sir Adrian Boult, Dimitri Mitropoulos, Frederick Stock, Jascha Horenstein, Rafael Kubelik, André Cluytens, Carlos Chávez, Paul Kletzki, Charles Munch, Bruno Maderna, Paul van Kempen, Sir Malcolm Sargent, Ferenc Fricsay, Charles Bruck, Øivin Fjeldstad, Eugène Bigot, Franz André, Jean Fournet, Franz Waxman, Georges Tzipine, Pedro de Freitas Branco, Alfred Wallenstein, Eduard Flipse, Robert Whitney, Manuel Rosenthal, Roger Wagner, Jean Périsson, Vassil Kazandjiev y Eugene Ormandy. Su música era programada al lado de la de Ravel, Stravinski y Malipiero, por un lado, y la de Mozart, Weber y Rimski-Kórsakov, por el otro. Cada vez que visitaba Alemania, era invitado al hogar de Schönberg.
Sus obras eran programadas en algunas de las mejores salas de concierto del mundo, tales como Salle Gaveau, Théâtre Royal de la Monnaie, Carnegie Hall, Opéra National de Paris, Filarmónica de Nueva York, Théâtre des Champs-Élysées, Salle Pleyel, Boston Symphony Hall, Théâtre Mogador, Opéra National de Lyon, Château Royal de Laeken, Théâtre de la Ville, Palais-Royal, Ópera Estatal de Berlín, Royal Albert Hall, Ópera Metropolitana de Nueva York, Severance Hall, Centro de las Bellas de Bruselas, Concertgebouw de Ámsterdam, DAR Constitution Hall, Ópera de Colonia, Tokyo Hibiya Public Hall, Filarmónica de Berlín, Teatro Nacional de Oslo, Wigmore Hall, La Fenice, Academia de Música de Filadelfia, De Doelen, Teatro Nacional de São Carlos, Opéra de Nice, Orchestra Hall de Chicago, Théâtre du Vieux-Colombier, Hollywood Bowl, Powell Hall, Mann Auditorium, Johannesburg City Hall, Teatro Colón, Grand Auditorium y Royce Hall.
En 1932 y 1933, Tansman hizo una gira artística sin precedentes por el mundo, la cual comenzó en Estados Unidos y continuó por Japón, China, Hong Kong, Filipinas, Indonesia, Singapur, Ceilán, India, Egipto, Italia y terminó en las islas Baleares. Durante este viaje se entrevistó con el emperador Hirohito, con Mahatma Gandhi y con el papa Juan XXIII.
Con la ayuda de su amigo, Charlie Chaplin, escapó a Estados Unidos de la Francia ocupada por los Nazis y se unió al círculo de artistas e intelectuales emigrados que incluía a Igor Stravinski, Thomas Mann, Arnold Schönberg, Alma Mahler, Ernst Toch, Franz Werfel, Emil Ludwig, Aldous Huxley, Lion Feuchtwanger, Mario Castelnuovo-Tedesco, Man Ray, Eugène Berman y Jean Renoir.
Sus estudiantes notables incluyen a Cristóbal Halffter, Leonardo Balada, Carmelo Bernaola y Yüksel Koptagel. También fue un pianista virtuoso y un director muy solicitado.
Tansman compuso prolíficamente en la mayoría de los géneros y escribió más de 300 obras: siete óperas, once ballets (en los cuales colaboró con eminentes coreógrafos como Olga Preobrajenska, Rudolf von Laban, Jean Börlin, Adolph Bolm, Kurt Jooss, Ernst Uthoff y Françoise Adret), seis oratorios, 80 piezas orquestales (incluyendo nueve sinfonías y 21 conciertos), copiosas cantidades de música de cámara (incluyendo ocho cuartetos de cuerdas), decenas de piezas para piano, las numerosas piezas para guitarra que escribió para su amigo, Andrés Segovia[2], bandas sonoras para el cine, música incidental para la radio y obras pedagógicas. La música de Tansman ha sido interpretada por artistas y cantantes como Marya Freund, Jane Bathori, Madeleine Grey, Fanély Revoil, Suzanne Danco, Jean Giraudeau, Denise Duval, Freda Betti, Xavier Depraz, Jane Rhodes, Andrée Esposito, los flautistas Louis Fleury, Maxence Larrieu, el clarinetista Louis Cahuzac, el clavecinista Marcelle de Lacour, los pianistas Artur Rubinstein, Henri Gil-Marchex, Marie-Aimée Roger-Miclos, Léo-Pol Morin, Mieczysław Horszowski, Walter Gieseking, Youra Guller, Jan Smeterlin, Robert Schmitz, Dimitri Tiomkin, Nicole Henriot-Schweitzer, José Iturbi, Arturo Benedetti Michelangeli, Alicia de Larrocha, los violinistas Stefan Frenkel, Bronisław Huberman, Hélène Jourdan-Morhange, Joseph Szigeti, Alexander Mogilevsky, Henri Temianka, Jascha Heifetz, los violonchelistas Pablo Casals, Gregor Piatigorsky, Maurice Maréchal, Enrico Mainardi, Gaspar Cassadó, la organista Marie-Louise Girod, los cuartetos Pro Arte, Burgin, Budapest, Calvet, Paganini, Pascal, Parrenin y el trío Pasquier.
Aparte de los ya mencionados, sus amigos famosos incluyeron a: Sergei Prokófiev, Paul Hindemith, Albert Roussel, George Gershwin, Béla Bartók, Alfredo Casella, Serge Diaghilev, Julien Duvivier, Jean Renoir, Thomas Mann, Vladimir Jankélévitch, André Breton, Joseph Kessel, Salvador de Madariaga y Albert Einstein. Hablaba siete idiomas.
¿Qué salió mal?: Aunque hasta el día de su muerte fue una figura respetada y prestigiosa y en el presente casi toda su obra ha sido grabada y está disponible en CD, Tansman es un gran desconocido para el público general.
La principal razón de esto es que, tras la Segunda Guerra Mundial, su música fue cada vez más eclipsada por las vanguardias musicales, los interminables “ismos”, de la segunda mitad del siglo XX.
¿Cómo puedo empezar a conocer su música?: Con su Tríptico (1930) para orquesta de cuerdas…
…y su Suite in modo polonico (1962):
Notas:
[1] Mira quien habla: Tansman también tuvo sus coqueteos con la música atonal.
[2] Su música para guitarra es lo más parecido a obras que permanecen en el repertorio.
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