Categorías a las que pertenece: Compositores de culto.
¿Quién es?: Nacido y criado en Canadá hasta la edad de 11, Dett fue uno de los primeros compositores negros de música clásica verdaderamente importantes en la historia de Estados Unidos y uno de los primeros en incluir música folclórica afroamericana y spirituals en sus obras, inspirado por las recomendaciones de Dvorák acerca de este tema y el ejemplo de Samuel Coleridge-Taylor.
Durante la mayor parte de su vida adulta estudió constantemente con el objetivo de expandir su formación musical lo más que pudiese; entre sus numerosos profesores están Arthur Foote y la muy solicitada Nadia Boulanger. Fue un incansable organizador musical y profesor dedicado a mejorar la educación musical de los afroamericanos, ganador de numerosos premios y reconocimientos y un pianista prestigioso que tocó para dos presidentes: Herbert Hoover y Franklin Delano Roosevelt. Fue amigo personal de Percy Grainger.
Escribió aproximadamente cien obras, más que nada en los géneros de la música coral y la música para piano, aunque también obras orquestales, música para órgano y canciones, en un Romanticismo tardío muy deudor de gente como Liszt y Grieg enriquecido con influencias de la música folclórica y los spirituals afroamericanos, aunque, hacia el final de su vida, su sonido adoptó un lenguaje más contemporáneo inspirado en su famosa profesora.
¿Por qué no es más famoso?: Por razones evidentes…
¿Cómo puedo empezar a conocer su música?: Con cuatro de sus suites para piano…
Categorías a las que pertenece: Celebridades locales.
¿En qué país es famoso?: Rumania.
¿Quién es?: Enescu es considerado uno de los más grandes compositores en la historia de Rumania, si es que no el más grande, y uno de los más grandes de la música del siglo XX.
Niño prodigio, desde una edad temprana mostró aptitudes musicales, las cuales fueron animadas por sus padres, quienes fueron sus primeros profesores de violín y piano. A la edad de cinco años firmó su primera pieza de una duración significativa (sobreviven piezas para violín y piano muy breves aún anteriores) y dio su primer concierto. Poco después, empezó a estudiar con Eduard Caudella. A la edad de siete se convirtió en el estudiante más joven alguna vez admitido en el Conservatorio de Viena y en el segundo estudiante de menos de diez años alguna vez admitido por esa institución (el primero fue Fritz Kreisler). Alli estudió con Joseph Hellmesberger Jr. (quien lo hospedó en su hogar y lo presentó con el ídolo musical del niño: Johannes Brahms), Robert Fuchs y Sigismund Bachrich, entre otros.
A la edad de 10 dio un concierto privado en la Corte de Viena en presencia del emperador Francisco José.
Se graduó a la edad de 12 con medalla de plata y fue al Conservatorio de París para continuar sus estudios. Allí estudió violín con Martin Pierre Marsick, armonía con André Gedalge y composición con Massenet y Fauré.
Aunque se veía a sí mismo como un compositor, antes que nada, también tuvo una carrera prestigiosa como director, violinista, pianista, violonchelista y profesor de violín.
Pablo Casals lo llamó “el más grande fenómeno musical desde Mozart”. La Reina María de Rumania lo describió en sus memorias como “oro de verdad”. Yehudi Menuhin, el más importante de sus numerosos estudiantes de violín, lo idolatraba y lo consideraba su padre espiritual. Vincent d’Indy afirmaba que, si las obras de Beethoven fuesen destruidas, Enescu podría reconstruirlas todas de memoria. Alfred Cortot, uno de los más grandes pianistas de todos los tiempos y uno de sus amigos personales, dijo una vez que Enescu tenía mejor técnica de piano que él. Eugène Ysaÿe le dedicó su tercera sonata para violín. Fue uno de los que fueron considerados como sucesor de Toscanini en Nueva York.
Su estilo musical tuvo una evolución larga y compleja. En su etapa más temprana, Enescu siguió los modelos austrogermanos y franceses que le inculcaron sus profesores, pero pronto enriqueció esto con influencias de la música folclórica rumana (aunque en el sentido de una evocación nostálgica en lugar del estudio musicológico minucioso de, por ejemplo, Bartók). A esto le siguió la absorción de influencias del impresionismo (lo que no es sorpresa, pues fue compañero de clases de Ravel y Florent Schmitt), la música oriental (Uday Shankar, el hermano de Ravi Shankar, le presentó la música india y estaba interesado en el gamelán indonesio), el Neoclasicismo y, en sus años finales, firmó unas pocas piezas seriales.
En verdad es extraño que Enescu no sea famoso fuera de su país natal pues tuvo una carrera internacional larga y prestigiosa y residió en París la mayor parte de su vida adulta (aunque volvió a Rumania durante las guerras mundiales para organizar la vida musical de su patria, con el ascenso del régimen comunista sus visitas al país se volvieron cada vez más raras y breves hasta que cesaron del todo y Enescu obtuvo la ciudadanía francesa el año de su muerte).
Una de las razones podría ser lo reducido de su producción: sólo 33 números de opus publicados, aunque hay muchas más obras inéditas y piezas que quedaron inacabadas con su muerte. Esto es porque sus múltiples facetas profesionales le robaban tiempo a su labor como compositor, pero también porque era uno de esos perfeccionistas enloquecedores: trabajó en su única ópera Œdipe, considerada por muchos como su “magnum opus”, desde 1910 hasta 1931, pero sólo la estrenó en 1936, en parte porque la hizo atravesar revisiones adicionales. Pero además hay que considerar que su música es muy difícil de tocar (no sólo en términos de técnica, sino también de emoción y estilo) y tampoco es fácil y accesible para el público.
¿Cómo puedo empezar a conocer su música?: Lo más parecido que Enescu tiene a unas piezas famosas son sus dos Rapsodias rumanas, en especial la primera…
De hecho, esta era tan popular que el propio compositor llegó a hartarse de ella y algunos hasta la acusan de ser una de las causas por la que su obra no es muy conocida a nivel internacional, pues se piensa que le dio una imagen de un músico que no producía más que popurrís de temas nacionales.
También pueden escuchar sus tres sinfonías de madurez (en realidad, hay unas sinfonías cuarta y quinta que quedaron inacabadas con su muerte y cuatro “sinfonías de estudiante”):
…sus tres suites orquestales:
…el poema sinfónico Vox maris (1954):
…sus tres suites para piano:
…sus sonatas para violín y piano segunda y tercera:
…su Octeto para cuerdas en do mayor (1900):
…su Deceto en re mayor para instrumentos de viento (1906):
…y su Sinfonía de cámara para 12 instrumentos (1954):
¿Quién es?: Es considerado el mejor pianista soviético de su generación y uno de los más grandes pianistas en la historia de Rusia y del mundo entero (en su recital de graduación impresionó al jurado al tocar todos los 48 preludios y fugas de El clave bien temperado de Bach de memoria y fue el primero en tocarlo en público en la URSS).
Su estilo originalmente era uno muy deudor de Skriabin (lo cual no es sorpresa pues su profesor de composición fue un amigo personal de este), el cual, con el tiempo, enriqueció con coqueteos con todo, desde el impresionismo, el atonalismo y Janacek hasta regresos al estilo de Chopin y Liszt y algunos hasta lo consideran el heredero natural de Skriabin. Toda su obra incluye el piano: tres conciertos para piano, música para piano solo (incluyendo sus 12 sonatas para piano, la parte de su producción que más atrae la atención hoy en día), canciones para voz y piano y dos sonatas para violín y piano.
Además, fue un gran promotor de la Música Moderna en la Unión Soviética y profesor de una generación entera de pianistas rusos.
Nunca se casó y vivió toda su vida adulta con la familia de su hermano menor Leonid, quien fue pintor y poeta.
¿Por qué no es más famoso?: En la década de 1930, con la represión de Stalin, se le hizo muy difícil salir de gira al extranjero (sólo pudo hacerlo dos veces después de esas fechas), lo que causó que su nombre no fuera muy conocido fuera de Rusia. Las cosas empeoraron tras el Segundo Terror de Stalin, pues fue uno de los muchos músicos acusados de “formalismo” y el régimen limitó fuertemente su capacidad para dar conciertos, hacer grabaciones y publicar sus obras. Y, aun dentro de esta, es famoso más que nada como pianista, por sus grabaciones de Bach, en primer lugar, y de muchas obras maestras clásicas y románticas, en segundo lugar, y sus transcripciones de obras de otros compositores (en especial, adivinaron, las de obras de J. S. Bach). Su propia música no es muy famosa porque, en primer lugar, componer para él era algo secundario y, en segundo lugar, muchas piezas suyas son tan virtuosas, como era de esperarse, que dificultan su difusión.
¿Por qué no está en una de las secciones principales?: Porque, después de 1936, debido a las presiones de la censura soviética, empezó a firmar música más sencilla que imitaba a Prokófiev y absorbía influencias de la música folclórica. Como Miaskovski, muchas veces no pudo reconciliarse con este nuevo estilo y terminó volviéndose un compositor muy irregular. Pero las cuatro sonatas que les traigo hoy son de antes que pasara eso; presten especial atención a la tercera y a la sexta, pues compiten por el título de su obra maestra.
Categorías a las que pertenece: Glorias olvidadas.
La Gloria: Casi con seguridad, la figura más importante de la transición de la música rusa de su etapa romántica tardía a su etapa soviética, es llamado, a veces, el “Padre de la Sinfonía Soviética”. En su mejor momento fue el compositor soviético más popular y prestigioso no sólo dentro de la propia Unión Soviética sino también en Europa occidental y Estados Unidos, estimado por gente como Stravinski, Stokowski y Frederick Stock y todos los directores importantes de su época grabaron sus obras.
Su padre era un ingeniero militar del ejército ruso. Huérfano de madre a los nueve años, fue criado por una tía que era una maniaca religiosa que prohibía lo juegos y la música los fines de semana. Aunque aprendió piano y violín en su niñez, su familia lo presionó para que no siguiera una carrera en la música sino en el ejército (la cual odió) y se convirtió en ingeniero militar, como su padre. No obstante, tras asistir a una interpretación de la Sinfonía “Patética” de Tchaikovski dirigida por Arthur Nikisch en 1896, decidió convertirse en compositor.
Tomó clases privadas con Reinhold Glière e Iván Krizhanovsky y después entró en el Conservatorio de San Petersburgo, donde estudió con Rimski-Kórsakov y Liádov (a quien detestó). Allí conoció y, a pesar de ser diez años mayor, se convirtió en un amigo para toda la vida de Prokófiev (aunque este último nunca lo tomó en serio como compositor).
Fue enviado a luchar en el frente austriaco durante la Primera Guerra Mundial y peleó en el bando bolchevique durante la Guerra Civil Rusa. Estas experiencias lo dejaron con desorden de stress postraumático y problemas de depresión por el resto de sus días. Miaskosvki no se casó ni tuvo hijos, ni siquiera se le conocen romances no correspondidos (como a Beethoven y Brahms) y vivió junto a sus hermanas (casada una, viuda la otra) toda su vida adulta; hasta donde se sabe, vivía para la música y el único otro amor que se le conoce era la Naturaleza. Su personalidad era tímida, sensible, amable, tranquila e introvertida.
Más que nada un compositor romántico, aunque de vez en cuando firmaba música muy influenciada por la Música Moderna, su estilo musical se divide en tres etapas:
En la primera (1908-1927), combina un Romanticismo tardío ruso muy deudor de Rimski-Kórsakov y Tchaikovski con influencias de Debussy, Skriabin y los primeros años de Prokófiev y Stravinski.
En la segunda (1927-1940), presionado por las autoridades soviéticas, abandona los elementos más modernistas y experimentales de su música para componer obras que encajaran con las normas del Realismo Socialista, e incluyó en estas melodías bailables e influencias de la música folclórica de las etnias de la URSS. Esta es la etapa más desigual de su producción, pues no siempre pudo reconciliar su estilo personal (muy centrado en la expresión de su mundo emocional interior) con las demandas del estilo sancionado por el Estado y, aunque no faltaron buenas obras, también firmó algunas de sus peores piezas.
En la tercera (1940-1950), abandona todos los elementos de la música del siglo XX y vuelve al estilo romántico nacionalista de los Cinco, polifónico y evocador de imágenes de la naturaleza rusa.
Menos prolífico que otros, su catálogo cuenta con sólo 87 números de opus publicados de música orquestal, de cámara, para piano, vocal y coral, que incluyen sus 27 sinfonías. No nos dejó ninguna ópera, pero en una ocasión consideró adaptar El idiota de Dostoyevski.
Como crítico y organizador musical, a pesar de su estilo conservador, fue un gran promotor de la Música Moderna en la Unión Soviética. Como profesor, su lista de estudiantes incluye a Aram Jachaturián, Dmitri Kabalevski, Varvara Gaigerova, Vissarión Shebalín, Rodión Shchedrín, German Galynin, Andrei Eshpai, Aleksey Kozlovsky, Aleksandr Lokshín, Boris Tchaikovski y Evgeny Golubev. Un joven Shotakóvich consideró dejar Leningrado para estudiar con él.
¿Qué salió mal?: A pesar de su popularidad, y de ser el compositor que ganó el Premio Stalin más veces que nadie, la prensa soviética oficial se la tenía jurada y lo acusó constantemente de “individualismo, decadencia, pesimismo, formalismo y complejidad”; acusaciones que Miaskovski encontraba ridículas. En tiempos del Segundo Terror de Stalin en 1947, Shostakóvich, Prokófiev, Jachaturián y él fueron los principales acusados de componer música “antisoviética”, “antiproletaria” y “formalista”. Tijon Jrénnikov lo visitó en un intento por convencerlo que firmara un decreto antiformalista, pero Miaskovski se negó a formar parte de estas pantomimas. Esto fue lo que lo hizo caer en desgracia dentro de su país…
…y fuera de su país, el recrudecimiento de la Guerra Fría en la década de 1950 hizo que su música dejase de ser promovida en las naciones occidentales. La única de sus obras que siguió siendo mencionada en Occidente fue su Sinfonía N° 12 (1932)… y sólo como un ejemplo de lo perjudicial que era el Realismo Socialista para las artes, ganándose el mal apodo de “Granja Colectiva”.
Tras su muerte, su nombre fue “rehabilitado” pero el problema es que ahora era eclipsado por la trinidad Prokófiev-Shostakóvich-Jachaturián sin que hubiese nadie para promover su patrimonio. A pesar de todo, le ha ido mejor que a otros músicos en este blog, pues la mayor parte de su obra ha sido grabada varias veces.
¿Cómo puedo empezar a conocer su música?: Con la que es considerada su obra maestra, su sexta sinfonía (1923, revisada en 1948)…
…y con la más modernista de sus sinfonías, la treceava (1933), muy deudora de la Segunda Escuela de Viena: